15.10.13

VINICIUS CUMPLE 100 AÑOS


4 LITERARIA LA GACETA

DOMINGO 13 DE OCTUBRE DE 2013

VINICIUS


          CUMPLE 100 AÑOS

• Por Rodolfo Alonso
Para La Gaceta – Olivos
(Provincia de Buenos Aires)

El 19 de octubre, Vinicius                               
de Moraes (1913-1980)
cumpliría 100 años. ¿No
es increíble? Porque si
alguien estuvo vivo,
apasionadamente vivo,
fue él. Tanto que su vida
fue leyenda. Una leyenda
que sirvió para opacar su
veta más honda: su
íntegra, completa,
decidida, devota,
fervorosa entrega de
fondo a la poesía.

Como Rimbaud, su guía,
su gurú, su maestro, Vinicius
quiso “cambiar la
vida”. Y lo logró, no sólo
con la propia, sino con
las resonancias que tuvo en muchos
otros. Patriarca de la noche
bohemia, sereno en el exceso,
convicto del alcohol y de la música,
de la poesía y del amor, su
asunción de una figura nueva
(brasileñísima) de hombre público,
lo llevó a enfervorizar primero
a su país, luego a América toda
y finalmente al mundo.
¿Quién iba a sospecharlo cuando
se inició como el alumno más
fiel de los jesuitas, ceñido por límites,
culpas y sueños metafísicos?
¿Quién podía imaginarlo
cuando muy joven alcanzó el ansiado
rol de diplomático, y ejercido
en las más bellas ciudades?
Pero en él bullían los mil rostros
complejos de Brasil. Y el primer
cambio fue ya revelador: dejó Itamaraty
para recluirse en la ciudad
más espiritual de su país: Bahía,
“la Roma negra” de Jorge
Amado.
Luego su vida se hace torbellino
(un torbellino envidiable), y
poemas y libros se unen con la
música y los ritmos de la bossa
nova, contagioso movimiento
musical que, como ocurre en Brasil,
fue tan local como universal.
Se dijo que dejaba la poesía por
el espectáculo. Y no fue así: Vinicius
se mantuvo siempre leal a la
poesía, y esas canciones y esa
música eran la mismísima, la mejor
poesía. Juntó la secular tradición
de los trovadores, que cantaban
sus poemas, con el rico manantial
de la música popular.
Vinicius logró devolver a la
poesía, que nunca estuvo encerrada
en los libros, el fuego y el
calor de la música hecha voz: la
poesía misma.

© LA GACETA
Rodolfo Alonso -
Poeta, traductor y ensayista.


POEMA DE NAVIDAD

POR VINICIUS DE MORAES

Para eso fuimos hechos
Para recordar y ser recordados
Para llorar y hacer llorar
Para enterrar a nuestros muertos
Por eso tenemos brazos largos para los
adioses
Manos para tomar lo que fue dado
Dedos para cavar la tierra.
Así será nuestra vida:
Una tarde siempre por olvidar
Una estrella apagándose en la sombra
Un camino entre dos sepulcros –
Por eso necesitamos velar
Hablar bajo, pisar suave, ver
A la noche dormir en silencio.
No hay mucho que decir:
Una canción sobre una cuna
Un verso, tal vez, de amor
Una oración por quien se va
Pero que esa hora no olvide
Y por ella nuestros corazones
Se dejen, graves y simples.
Pues para eso fuimos hechos
Para confiar en el milagro
Para participar de la poesía
Para ver el rostro de la muerte –
De repente nunca más esperaremos
Hoy la noche es joven; de la muerte, apenas
Nacemos, inmensamente.

*Traducción de Rodolfo Alonso


Vinicius de Moraes

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